- Síntomas y cómo evitar los golpes de calor:
Un golpe de calor se produce en un contexto de elevada temperatura ambiental con o sin humedad: se acumula el calor en el cuerpo y el organismo es incapaz de eliminarlo por sus propios medios.
Las consecuencias de sufrirlo van desde “daño a nivel cerebral y renal” hasta síntomas más leves como confusión, mareos, cefalea, pérdida de conocimiento e inclusive convulsiones. Con la sudoración se pierde sodio, potasio y electrolitos, que pueden producir arritmias cardiacas.
Los síntomas
- Temperatura del cuerpo 39°C – 40°C o mayor (medida en la axila).
- Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración).
- Respiración y frecuencia cardíaca acelerada.
- Dolor palpitante de cabeza.
- Alteración del estado mental y del comportamiento: vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
- Convulsiones.
- En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas y pliegues del codo. Por su parte los niños, puede estar irritables.
¿Cómo evitarlos?
- Mantenerse en un lugar fresco.
- Hidratarse constantemente.
- No comer comidas grasas y chatarras, sino elegir frutas, verduras y carnes magras.
- No consumir bebidas alcohólicas ni azucaradas, porque ambas aumentan la cantidad de calorías, igual que las grasas y le dan más temperatura al cuerpo.
Qué hacer ante un golpe de calor
- Colocar a la persona en un lugar fresco y ventilado,
- sacarle las prendas pesadas y tratar de bajarle la temperatura corporal con baños fríos, hielo, mojando la piel y colocándolo delante de un ventilador.
- Suministrarle agua fría.
- Comunicarse urgente con un servicio de Salud.